Una serie de estudios científicos, que acaban de ser presentados simultáneamente en Bruselas y San Diego (California) coincidiendo con la «cumbre» mundial anual de los endocrinólogos, han revelado un dato asombroso: la exposición humana a las sustancias disruptoras endocrinas en la UE puede costar entre 157.000 y 270.000 millones de euros anuales. Casi nada. En cabeza estarían los costes derivados de los efectos de algunos pesticidas organofosforados sobre el cerebro infantil.
Los paneles de expertos de los diferentes grupos de trabajo que han elaborado estos estudios han consensuado unas conclusiones que permiten afirmar que hay una evidencia suficiente para considerar que estas sustancias juegan un papel en la pérdida de cociente intelectual y las deficiencias intelectuales asociadas, el autismo, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, la obesidad infantil, la obesidad adulta…. LEER MÁS
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